Ojos del Salado, con 6879 msnm, es el el volcán activo más alto del mundo y la tercera altura de los Andes. De fácil acceso rutero desde Chile, se encuentra muy lejos de cualquier camino desde Argentina.
La idea de esta expedición era abrir un camino desde Fiambalá.
La primera noche dormimos a 3100 metros, algunos mejor que otros...
Hizo mucho frío. Acá lo vemos a Gusi tratando de arrancar el primer día, luego de haber dormido en la chata... que con el frío se transforma en una heladera, lo cual es peor que dormir al aire libre.
El tipo estaba -literalmente- morado.
Fernando, montañista experimentado, apenas pudo aguantar el frío del primer día sumado a los problemas del MAM (mal del altura)... pero se portó como un soldado.
Fuimos subiendo y buscando una vía hacia el volcán, pero cada tanto nos encontrábamos con quebradas insuperables y había que volver a empezar.
Eso sí, nos encontramos con escenarios maravillosos.
Aquí con Greg.
Greg y su chata nueva, con un cielo feo (jé) y el Ojos al fondo.
Greg, PAI y Javi.
Javi.
Luego de varios intentos y una ruta casi abierta, hubo que volver.
En el camino de salida, al 4to día, decidimos encarar una nueva alternativa. Todo marchaba bien hasta que se embretó de tal manera que pensamos que teníamos que volver.
Pero con muñeca trialera y paciencia, salvamos todos los obstáculos.
Apenas un par de rasguños a la Toyota. El Defe, más alto, sin problemas.
Habiendo abierto una ruta circular, habremos de volver a disfrutar de estos hermosos paisajes.
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